El salario emocional, beneficios y ventajas en la organización.
Tras una época marcada por la retracción económica y por un cambio en las motivaciones de los trabajadores, las empresas se han visto obligadas a poner a trabajar la creatividad en aspectos tan poco creativos a primera vista, como la retribución a los empleados. Así hemos llegado a una situación en la que las compañías al no poder ofrecer mayor retribución salarial en dinero han optado por la formula que se ha dado a conocer como “salario emocional”.
Hablamos de salario emocional cuando nos referimos a todos aquellos beneficios, (tangibles o no) que la empresa puede ofrecer a sus empleados para mejorar su nivel de bienestar y satisfacción sin que esto suponga un incremento en el sueldo, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del trabajador.
Un ejemplo de este tipo de beneficios es tener una jornada que permita la conciliación. Iberdrola ha sido la primera empresa española del IBEX-35 en implantar una jornada intensiva y con esta medida la empresa ha aumentado su productividad, además de haber disminuido el absentismo y la siniestralidad laboral. Es decir, ha obtenido beneficios tras la implantación del nuevo horario.
De esto se trata, de implantar incentivos que mejoren la calidad del puesto de trabajo, añadan facilidades a la conciliación, creen una cultura de empresa atractiva y consigan que la motivación del empleado se transmita en una mayor productividad del trabajo, a través de un mayor compromiso y la consecución de los objetivos.
A través del salario emocional, que se basa en la Retribución Flexible, mejoramos las condiciones de los trabajadores que consiguen maximizar su nómina a través del paquete de diferentes servicios que ofrecemos como beneficios. Como decíamos, esto no debe significar un mayor gasto para la empresa y sí un mayor poder adquisitivopara el empleado que adquiere a través de su empresa productos de necesidad cotidiana -como el abono de transporte, el pago de la guardería o las comidas diarias-, que quedan exentos de IRPF.
Algunas de las características de las organizaciones en las que se ha implantado el salario emocional son:
Horarios: el presentismo no es productivo. Procurar que nuestros empleados puedan conciliar vida personal y laboral es la principal característica del salario emocional. Los horarios deben ser flexibles de manera que se puedan ajustar a las necesidades de cada persona.
Participación de los trabajadores: en la toma de decisiones. Es una manera de aumentar el compromiso de los trabajadores con la compañía y sus objetivos.
Reconocimiento: potenciar la motivación a través del reconocimiento es otra de las características de una compañía preocupada por el bien emocional de sus trabajadores
Formación y promoción: fomentar el desarrollo profesional, ofreciendo carreras profesionales dentro de la compañía y la posibilidad de mejora en competencias y habilidades a través de formación.
No hay que perder de vista los nuevos retos que se plantean en materia de retención de talento. Nos referimos a conseguir que el talento valioso no abandone la compañía en busca de mejores condiciones en otras organizaciones. El salario emocional permite un ajuste personal que nos proporciona una forma de captación y retención que sin duda valorarán positivamente las personas clave en la organización.
Así, la percepción de salario emocional será distinta de acuerdo con las generaciones. Para los nacidos antes de los 70, un buen retiro, beneficios en materia de salud y reconocimiento a su experiencia será primordial; por ejemplo, seguros y planes de jubilación, y programas de reconocimiento.
Para aquellos que nacieron entre los años 70 y 80, hablamos de balance entre vida y trabajo, conciliación, es decir: esquemas flexibles de trabajo, al ofrecerles días libres o la posibilidad de trabajar desde casa (teletrabajar); desarrollo profesional y formación que no tiene porque estar relacionada al trabajo y planes de carrera o programas de coaching y mentoring.
Sin duda el salario emocional es beneficiosos desde el punto de vista del trabajador y una ventaja que las compañías deben aprovechar estudiando las características de su plantilla y diseñando aquellos planes que más se ajusten a las personas que la componen.
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